El desafío de la capacitación

Hoy: el desafío de la capacitación
Por Soledad Piceni.

Soledad: “Hablamos la semana que viene Luciano, éxitos en tu charla con Carla! En nuestro próximo encuentro me contás qué tal te fué”.

Salí de esa sala convencida de que era la mejor recomendación que podría darle como su partner de RR.HH.

Ni un plan de carrera, ni un largo y costoso programa iban a tocar esa fibra interna de lo que realmente le gustaba, lo que la motivaba en ese momento. Carla era brillante, siempre se destacaba por encima del grupo. Ya había hecho varios cursos de liderazgo, de negociación y participó de algunos programas orientados a optimizar su estilo de liderazgo. ¿Cómo hacer entonces para que continúe formándose y creciendo en la organización?

A menudo tenemos este tipo de planteos por parte de nuestros clientes internos y muchas veces pensamos qué más brindarles a nuestros colaboradores con relación a capacitación. Uno de los desafíos que enfrentamos los profesionales de RR.HH. es innovar en términos de propuesta para nuestra gente.  Algo “cansados” de los tradicionales programas (que por cierto nos ayudan a nivelar conocimiento, o a obtener una prestigiosa certificación y, por qué no, muchas veces a salir de la oficina para compartir un momento con nuestros pares), buscamos opciones más flexibles que se adapten a nuestros tiempos y vorágine, y que permitan que cada colaborador elija cuál será su desarrollo y finalmente ponga a disposición ese conocimiento en su trabajo.   

Para empatizar con quienes estén ocupando posiciones de RR.HH>>>

No existe receta mágica que se pueda aplicar a todas las organizaciones o, aún más, a todas las personas que trabajan en ellas, pero sí crece la tendencia de brindar un servicio que resulte más efectivo en términos de no vivir a la capacitación como algo impuesto y poco o nada valordo.

TRAINING FLEX:

 La clave está en diseñar una propuesta flexible, integral y a medida con opciones varias que capturen la atención de los colaboradores: algo que les genere esa ansiedad como cuando uno mismo se anota a un curso. En algunas ocasiones este programa flex podrá estar muy orientado a su día a día, en otras tendrá que ver con intereses más personales, hasta podría ser por fuera del horario laboral y quizás implique compartir con personas de otras organizaciones (red, red, red). Los beneficios son múltiples: aprender nuevos temas, generar networking y, seguramente, también consolidar el engagement.

Estoy convencida de que cuanto más customicemos nuestra propuesta de entrenamiento, así como muchas empresas ya customizan sus beneficios, más cerca estaremos de demostrar el ROI (retorno de la inversión) al negocio y de tener colaboradores más comprometidos con el aprendizaje.

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